Tipos de las empresas

Las empresas pueden clasificarse:

-        Según su titular.

-        Según la forma jurídica que adopten.

-        Según sus dimensiones.

1. Según su titular. El titular de la empresa es la persona que ejerce el poder jurídico que le permite usar, disfrutar, disponer y reclamar los bienes destinados a la actividad empresarial: bienes materiales que conforman el patrimonio de la empresa.

Los titulares de la empresa pueden ser personas naturales o personas jurídicas.

PERSONA NATURAL.

Al constituir una empresa, la persona asume a título personal todas las obligaciones de la empresa, responsabilidades y garantiza con todo el patrimonio que posea, las deudas u obligaciones que pueda contraer la empresa.

VENTAJAS:

1.    La constitución de una empresa es sencilla y rápida, la documentación requerida es minina, por lo tanto, no hay necesidad de hacer mayores pagos legales.

2.    No se les exige llevar ni presentar tantos documentos contables

3.    Las empresas bajo esta forma pueden ser liquidadas o vendidas fácilmente.

4.    Pueden acogerse a regímenes más favorables para el pago de impuestos.

DESVETAJAS:

1.    Tiene responsabilidad ilimitada.

2.    Capital limitado, solo a lo que pueda aportar el dueño.

3.    Menor posibilidad de acceder a créditos financieros.

4.    Falta de continuidad en caso de incapacidad del dueño.

PERSONA JURÍDICA

Este tipo de persona jurídica tiene un patrimonio distinto al de su propietario o propietarios. Las deudas u obligaciones que pueda contraer la empresa, están garantizadas y se limitan solo a los bienes que pueda tener la empresa a su nombre.

VENTAJAS:

1.    Tiene responsabilidad limitada.

2.    Mayor disponibilidad de capital.

3.    Mayores posibilidades de acceder a créditos financieros.

4.    Posibilidad de acceder a concursos públicos sin mayores restricciones.

5.  El propietario y los socios trabajadores de la empresa pueden acceder a beneficios sociales y seguros.

DESVETAJAS:

1.    Mayor dificultad al momento de constituirla.

2.    Mayor inversión para su constitución.

3.    Se les exige llevar y presentar una mayor cantidad de documentos contables.

4.    La propiedad, el control y la administración recaen en varias personas (socios).

5.    Mayor cantidad de restricciones al momento de querer ampliar o reducir el patrimonio de la empresa.

6.    Mayor dificultad para liquidarse o disolverse.